ROMÁNICO, APOSTÓLICO Y METÁLICO

No me pregunten cual es la concatenación de elementos que durante estas fechas me lleva a discernir sobre temas sacros, pienso que la evidencia está en las calles. Hoy mismo he llegado aturdido a casa con el retumbar de los tambores y el ruido de esa gente rara arrastando los pies por el suelo. El caso es que he descubierto a quien podría ser un revolucionario de la carpetovetona iglesia católica. Se trata de un párroco de Tortosa, el hecho de que sea cura no tiene nada de especial, pero si lo son sus maneras. Resulta que el personaje en cuestión es fan de Bob Marley, U2 y Guns n’Roses y entre misa y misa se dedica a tocar heavy metal con mensaje epistolar. En las imágenes que he podido ver en televisión, aparece con una entregada estetica heavy, greñas al viento y levita en el cuello mientras rasga las cuerdas de su guitarra eléctrica. Por lo visto, el Padre Johnny, que es su nombre artístico, mientras que cuando profesa misas es el Padre Joan, tiene en el horno un disco con todas sus canciones, dedicadas a la Virgen o Jesucristo y otras más reivindicativas en las que habla de la globalización. Otra de las reformas que está llevando a cabo el Padre Johnny es profesar misas after hours, vamos, que el muchacho llegará a las tantas de un concierto y abre las puertas de la iglesia para congregar a los fieles, aunque desconozco si lo hará con un porrito en la mano, no me negarán que eso sí que sería un punto, oigan.
Vamos, ahora que está apunto de espicharla el Papa de Roma, no sería una mala idea llevarse a este cura al Vaticano para que ponga al día los cimientos de la iglesia románica y apostólica.