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LA CORBATA COLOMBIANA

LA CORBATA COLOMBIANA Nunca llegué a conocer personalmente a P.J, a pesar de todo, su sola presencia despertaba respeto y morbosidad. P.J era el guitarrista de una banda de rock progresivo, de esas que proliferaban en el rincón de cualquier garaje, hace ahora veinte años, con serios problemas con la heroína, un tipo normal a simple vista, sin nada que ver con la típica imagen del yonki, P.J, siempre iba bien vestido, con el pelo largo, tez cadavérica y la vena cada día le perdía más por el caballo. La popularidad a P.J no le llegó gracias a sus solos de guitarra, si no por las consecuencias de su desgraciada adicción al jaco. Cuentan que una noche, consumido por el síndrome de abstinencia, se presentó en casa de la pareja de camellos que le suministraban la heroína, los cuales se negaron a venderle ni un gramo, por lo que P.J entró en cólera y arremetió contra ellos propinándoles un total de 96 puñaladas entre los dos. Cuando la policía, alertada por los gritos que habían escuchado los vecinos, forzó la puerta de la casa, encontró a los cadáveres de la pareja de camellos, él con medio cuerpo colgando en la cama de la habitación donde guardaban la droga y ella sentada en el sofá de una habitación contigua, frente a un televisor que continuaba emitiendo imágenes. P.J estaba en el suelo de la habitación del camello, con la espalda apoyada en la cama y con un pico colgando de la vena. En pocos minutos llegó una ambulancia para llevarse a P.J al hospital. Los cuerpos de los dos camellos tuvieron que esperar al amanecer para que el juez diese la orden de ser retirados.
En total a P.J le cayeron doce años, pero tan sólo estuvo cuatro en la sombra. Durante el juicio conoció al padre de la mujer que había asesinado, del cual no sé su nombre pero al que llamaré F, y por motivos que desconozco y aunque parezca extraño entablaron una buena amistad, de manera que las visitas a la trena se hacían cada vez más seguidas y cuando P.J obtuvo la condicional, F le brindó la posibilidad de trasladarse a vivir con él, muy cerca de la casa donde había asesinado a su hija y su yerno.
Veo que es tarde, así que mañana les cuento el final.

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