EL JOLGORIO DE LA BAUHAUS
Permítanme que me reitere, que me haga pesado y que les dé la brasa de cada lunes, pero es que después de tres días seguidos de fiesta el cuerpo se malacostumbra y empezar a trabajar cuesta más de lo normal. Espero con ansiedad que algún partido político proponga dentro de su programa electoral la "Abolición de la jornada laboral", que trabajen las máquinas o aquellos desquiciados que no saben hacer otra cosa pero a quienes nos cuesta levantarnos los lunes de la cama, que nos pasen una pensión vitalicia. A lo que iba, que ya no les aburro más con el mismo cuento de todos los lunes. Esta mañana, después de estar desconectado durante tres días de cualquier tipo de máquina, he puesto en marcha el ordenador y me he repasado los blogs de cabecera que tenia abandonados durante este tiempo y desconocía como habrían crecido, me he pasado por "Los Fans de Saville" y he visto una interesante reseña al respecto de la Bauhaus, me refiero al movimiento cultural que surgió en la Alemania de entreguerras y que Hitler se encargó de decapitar, no a la banda del saltarín Peter Murphy. Pues nada, que me ha recordado un reportaje que ayer publicó el suplemento de los domingos de El País, el reportaje en cuestión, firmado por Ignacio Vidal Folch, repasaba brevemente la historia de este movimiento cultural al que tanto le deben algunos seudo-modernos diseñadores y otros tantos arquitectos imitadores de Miles Van der Roe, que se creen con ello inventar la sopa de ajo. Aparte del (interesante) repaso histórico, Folch se dedica a hablarnos de las fiestas que celebraban los artistas de la Bauhaus, siendo en ellas donde podríamos concentrar parte de la esencia de este movimiento, no por que la finalidad fuese el festejo, no me malinterpreten, si no por que allí se pueden observar las bases de esta escuela, la comunión entre alumnos y profesores, el reivindicativo fin cultural y artístico del festejo... si quieren saber más al respecto, aprovechen ahora que la edición digital de El País no es sólo para subscriptores y pásense por aquí para leer el reportaje al completo.
Por cierto el motivo por el cual El País publica el reportaje antes mencionado, es por la exposición que ofrece estos días la Fundació La Caixa en el edificio Caixaforum de Barcelona, un museo ubicado en una antigua fábrica modernista por la que vale la pena pasar aunque la exposición no les interese, aunque sólo sea para babear ante tan bellas paredes. Además la entrada es gratuita, bueno, si tienen un crédito con la citada Caixa... ya la pagan sin querer.
Fijense lo que son las cosas, si ayer me fuí a dormir sumido entre sueños surrealistas por la imagenes de Buñuel que impactaban en mis retinas mientras la adormidera se apoderaba de mi cuerpo, hoy lo haré habiendo descubierto un nuevo movimiento pictórico que mana de las fuentes de los surrealistas de comienzos de siglo pero puestas al día, mezclándolas con la cultura pop. Estaba viendo el lolipop programa Silenci y ha aparecido un reportaje que hablaba del surrealismo pop y la verdad es que me ha gustado esta corriente pictórica, ya habia visto algunos de los cuadros que han aparecido pero ignoraba que se tratase de todo un movimiento. He podido cazar a vuelo el nombre de un par de sus representantes junto con sus páginas web, que les linko por si quieren hacerse una idea. Por un lado está una artista llamada