RESTOS DE UN PASADO EFÍMERO
Hoy he recibido un correo de X.L. en el que bajo el título de Qué tiempos aquellos se escondían toda una serie de fotos que invocaban a la memorabília de cualquiera que ronde la treintena, casi todo eran juguetes de un tiempo lejano, de cuando las Playstations y su legión de robotizantes compañeras no habían asolado el primer mundo y muchos de ellos se compraban en el kiosco. Eran aparatos que funcionaban mediante palancas e imanes y con los que he ido creciendo a mi lado, por lo que he de reconocer que no he podido evitar que de mi garganta emergiera un sinuoso sip con regustillo a nostalgia. He podido recordar juguetes como Autocross que consistía en un diminuto coche que se movía por una pista mediante un imán y que se accionaba con unas llaves, el tragabolas, los Airgam Boys, el mapa de España perforado, que consistía en reseguirlo con un lápiz sobre una hoja de papel y a través de los agujeritos ir marcando las capitales. También he recordado los paracaidistas, que eran unos muñecos de plástico con un paracaídas a sus espaldas que una vez lanzado con fuerza al aire este se desplegaba y descendía lentamente desde el cielo, si es que no se encontraba por el camino con algún maldito árbol o algunos cables de electricidad. La verdad es que no sé si tanta nostalgia denota que uno ya tiene una edad y que todo aquello pasó hace ya mucho tiempo, no sé... ¿tendré que empezar a preocuparme ya por la próstata?.
Creo que las radiaciones del monitor me atontan, voy a tomar un poco el aire.
Creo que las radiaciones del monitor me atontan, voy a tomar un poco el aire.
2 comentarios
R. -
Sapporo -