Leo con atención una entrevista realizada a Juan Marsé, al respecto de su última novela. Al finalizar la entrevista, el periodista le pregunta sobre el hundimiento del barrio del Carmel, a lo que el escritor remata con las siguientes palabras: "En vez de perder el tiempo y el dinero de los contribuyentes buscando las esencias de la patria, la lengua y la puñetera identidad nacional, ¿por qué no se afanan en resolver los auténticos problemas de los ciudadanos?". Marsé, ya realizó anteriormente estas declaraciones en el diario El País, pero pasaron por la censura y finalmente la transcripción antes citada quedó mutilada al desaparecer de ella las palabras "puñetera" y "nacional" y es que cargar contra la patria, la identidad nacional o cualquier vocablo que se asemeje no resulta correcto desde ningún sector político por muy no-nacionalista que se quiera considerar. Creanme si les digo, que conceptos como patria, bandera o frontera no están concevidos más que para subyugar al individuo a los intereses del poder. Resulta muy facil inculcar el sentimiento patriótico a la población, hacerles creer dueños de una tierra o cultura para que cuando por intereses personales el poder lance el grito de "que vienen los indios" el pueblo lobotomizado se rompa la cara para defender unos intereses que en el fondo ni les va ni les viene. Recuerdo un fragmento del diálodo de la película "Martín H" en la que Federico Luppi decía algo parecido a que en el fondo aquello que interesa no es el concepto nación o país si no las cuatro paredes en las que se vive, como mucho el barrio o a todo más la ciudad en la que se reside. Comparto fielmente esa opinión, si en algún momento el poder decide gritar "que vienen los indios" yo no tardaré en perderme en medio de la montaña, mientras me río viendo cómo se parten la cara por una patria que seguirá sometiéndolos a su voluntad.
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R. -
I Fought The Law -